http://www.diariolarepublica.net/2013/01/malvinas-el-reino-unido-tergive...
A 180 años de la ocupación ilegal de las Islas Malvinas por parte de la corona británica, que el 3 de enero de 1833 expulsó por la fuerza a las autoridades y pobladores argentinos, el Embajador argentino en Uruguay, Ing. Dante Dovena, publicó una columna en el diario La República:
"Malvinas: el Reino Unido tergiversa el principio de la autodeterminación de los pueblos
Esta semana que culmina, más precisamente el pasado jueves 3 de enero, se cumplieron 180 años de la triste e ilegal ocupación británica de las Islas Malvinas, cuando mediante el uso de la fuerza fueron expulsadas las autoridades y la población argentina e inmediatamente reemplazadas por súbditos de la corona británica.
Esa deliberada operación de sustitución de argentinos por ingleses es la clave para comprender cabalmente la cuestión Malvinas. Sólo cuando se considera con atención este elemento central es posible desarmar la falacia en la que se basan los dichos británicos. El derecho a la autodeterminación de los pueblos, un principio sagrado para el derecho internacional y para todos los que defendemos la independencia y la soberanía de las naciones, pierde sentido cuando el pueblo en cuestión no es sino una población transplantada.
Estas afirmaciones, que parecen obvias y que son plenamente refrendadas por la comunidad internacional, no encuentran interlocutores predispuestos a escucharlas al otro lado de la mesa. Aún más: ni siquiera existe “el otro lado de la mesa”, ya que el Reino Unido se niega a cumplir con el llamado de las Naciones Unidas, a través de innumerables resoluciones, a reanudar las negociaciones con la Argentina por la cuestión de la soberanía de las Islas Malvinas.
Con pleno apoyo internacional, la presidenta Cristina Fernández dirigió esta semana una carta al Primer Ministro Británico, David Cameron, invitándolo a retomar el diálogo para resolver de manera definitiva la cuestión. En la misiva, la primera mandataria sostiene que las Malvinas fueron ocupadas por una fuerza colonial que reemplazó a autoridades y pueblo con una población implantada, impidiendo así que la Argentina goce del derecho a la integridad territorial y que la comunidad internacional cumpla con el inestimable objetivo de “poner fin al colonialismo en todas sus formas”.
A través de un vocero, David Cameron respondió que los habitantes de las Islas Malvinas tienen un deseo claro de seguir siendo británicos y que podrían demostrarlo en el pseudorreferéndum previsto para principios de marzo próximo. Nuevamente, el Primer Ministro inglés esgrimió el mal aplicado derecho a la autodeterminación.
La carta de la Presidenta argentina, no obstante, generó una encendida polémica en la opinión pública inglesa. En ese país, afortunadamente, hay influyentes columnistas, políticos y analistas que se remiten a las pruebas objetivas y concluyen que es necesario que el Reino Unido abandone su posición colonialista y acate el llamado internacional a reanudar negociaciones con la Argentina.
No es solamente mi país el que pide diálogo: lo exige la Asamblea General y el Comité de Descolonización de Naciones Unidas, la OEA, Unasur, las Cumbres Iberoamericanas, Mercosur, Aladi, el SICA, las cumbres de Países de América Latina y el Caribe (CALC), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el Grupo Río, las cumbres de América del Sur-África (ASA), las cumbres de Países Sudamericanos y Países Árabes, y el Grupo de los 77 más China. El Reino Unido se aísla en su posición de defensa al colonialismo, refugiándose en escasos aliados y, sobre todo, en su posición de privilegio en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde ostenta una banca permanente.
Para cualquier observador objetivo, es un caso vergonzoso. Un miembro del más importante organismo internacional, que ocupa una silla exclusiva -con la responsabilidad global que ello implica-, junto con apenas otros cuatro países del mundo, decide unilateralmente hacer oídos sordos a los constantes llamados de la Asamblea General, el organismo donde está representada la voz de la comunidad internacional. ¿Con qué autoridad o legitimidad puede seguir siendo parte del Consejo de Seguridad? ¿Qué falla del sistema permite que una potencia colonial que ignora a la comunidad internacional continúe integrando como miembro permanente un ámbito fundamental para el destino del mundo?
En unos meses, en la segunda semana de marzo, el Reino Unido impulsará un pseudorreferéndum en las Islas Malvinas, carente de toda legalidad. Esperan un resultado que, otra vez, es evidente: que los británicos que ocupan el territorio argentino digan que quieren seguir siendo británicos. Luego, intentarán presentar este relato teatral ante el mundo como un hallazgo, una novedad, una prueba de algo.
Sin embargo, no será más que un ejercicio intrascendente, porque es clara la maniobra de pretender, mediante un pseudorreferéndum, legitimar y brindar un protagonismo que no corresponde a una población implantada, y porque la comunidad internacional ya cuestionó la validez del procedimiento. Es sabido: las ilegítimas autoridades isleñas pretenden tener un estatus que no les es reconocido por las Naciones Unidas y quieren presentar el caso como algo propio, como si el Reino Unido no tuviera participación alguna. Afortunadamente, existen instituciones, un derecho internacional y una memoria de los pueblos que no permiten olvidar las características de la disputa ni su origen colonial.
La Argentina continuará, incansable, unánime, levantando la voz en su pedido de diálogo, denunciando al colonialismo en todo el mundo y advirtiendo sobre la peligrosa militarización que ha emprendido el Reino Unido en el Atlántico Sur. La historia, la geografía y el derecho internacional respaldan su posición. Los pueblos de América Latina y del resto del mundo, también.
Ing. Dante Dovena, Embajador argentino en la República Oriental del Uruguay"